"..Pues ya lo dijo Dios no solo solo de pan vive el hombre...", pues no solo de las empresas vive el club antequerano sino también de las taquillas y como no del elemento más importante, el juego, que es al final de cuentas es quien incide en que se tenga o no dinero.
La mala estructuración desde la pretemporada ha provocado un derroche sin pies ni cabeza. Se ha fichado a jugadores aún sabiendo que la situación no era muy esperanzadora y a individuos cuyo próposito no era el futbolístico.Errores en la gestión:
- Llegada de Cantarero: Tremendo el revuelo que se armó en la llegada del ex-colchonero, se nos prometía el oro y el ascenso y al final nada. Desconocedor de la categoría, esto suponía un gran problema a la hora de preparar los encuentros.
- Llega Mena, el mismo problema solo que el argentino trae confianza y carácter.
- Juan Manuel Barroso: uno de los mayores errores de está temporada. No solo era inútil la labor del madrileño sino que la opción más sensata, la de despedirlo, le costó al club un importante desembolso.
- Tunde, Victor del Canto, Iván Suarez, Juán Simón: incorporación, contrato y búsqueda de residencia para jugadores que a día de hoy no están. El carecer de una sólida base supone estos movimientos en la plantilla.
- Contratos: jugadores como Zúñiga o Rafa Fernández, de lo más veteranos del equipo, poseen un contrato no solo para está temporada lo que complica su situación en el próximo ejercicio a la hora de llevar a cabo un proyecto modesto y económico.
A pesar del esfuerzo por promocionar la vuelta del equipo al grupo IX de tercera división el público no terminó de engancharse. Suponemos que el descenso de Segunda B mermó los ánimos de los aficionados que solo se acercaron la temporada pasada por ser una categoría superior.
Las empresas igualmente dudaron a la hora de respaldar una Tercera división en lugar de una Segunda B.
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